miércoles, 25 de junio de 2014

Poder y violencia en Don Álvaro o la fuerza del sino

En esta entrada analizaremos el poder y la violencia de las obras leídas y la relación que tienen entre ambos.

En don Álvaro observamos que el poder ejercido viene dado por el Marqués de Calatrava: los padres tenían derecho a elegir el marido de sus hijas en esta época. Y así, Leonor se rebela contra su padre al no estar de acuerdo con ello y al estar ella enamorada de don Álvaro. Esto desencadena una batalla en la que, por accidente, el marqués de Calatrava muere a causa de un disparo.
Este “amor prohibido” hace que los personajes actúen con violencia. 


Don Álvaro, por su parte, adquiere esa personalidad diabólica a causa de esto, por lo que no es algo intrínseco, sino adquirido: la violencia del personaje viene dada por el poder ejercido por parte del marqués hacia su hija Leonor, la cual, si analizamos, es la causa principal de toda la tragedia.
Esto también es el desencadenante de la violencia de don Alfonso y esa personalidad diabólica de la que antes hablábamos y dedicamos una entrada. Es la pescadilla que se muerde la cola: si el marqués no le hubiera prohibido a su hija casarse con su amado, no habría muerto y, en consecuencia, su hijo no habría tenido que vengarse de su muerte. Por lo que, al igual que pasa con don Álvaro, la violencia del hijo del marqués es adquirida.
Aunque sea el marqués el desencadenante de la violencia en la obra, no debemos olvidar que en última instancia el que más poder tiene es el destino, con el cual nadie puede luchar.







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