miércoles, 25 de junio de 2014

Poder y violencia en Bodas de sangre

En Bodas de Sangre observamos que el papel del poder recae, en buena parte, en los símbolos que predicen desde el principio el final trágico de la obra. En ese aspecto, tenemos el cuchillo que como todos sabemos, simboliza la muerte y la violencia que conlleva. Aparece durante la obra ejerciendo ese poder del que hablamos, nadie puede con su actuar: el de matar. Pero si hay un símbolo que refleja el poder es el del caballo, el conductor hacia la muerte. Tiene la suficiente fuerza para llevar a los protagonistas hasta la muerte inevitable. Sin embargo, al igual que en don Álvaro, observamos que es el destino el que siempre tiene la última palabra, el más poderoso de todos y con el cual ninguna fuerza ejercida con violencia o no contra él podrá con él.



Podemos concluir que en cualquier contexto en que se ejerza un poder va a surgir la violencia contra este para superarlo por lo que poder y violencia se complementan, al igual que cielo e infierno o Dios y Satán y que el poder, en este contexto, irá encabezado por el destino.

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